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Inteligencia artificial y análisis de datos optimizan la vigilancia laboral en México

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) busca mejorar los resultados de sus revisiones al integrar inteligencia artificial (IA) en su sistema de inspección laboral, con el fin de identificar riesgos y programar verificaciones a las empresas.

Conoce cómo la dependencia planea usar esta tecnología para delimitar a quiénes revisar y aumentar su eficiencia en estos controles. 

SIDIL, la herramienta de IA de la STPS

A través del Sistema de Digitalización e Inteligencia Laboral (SIDIL), la secretaría procesó un millón y medio de registros históricos de inspecciones federales para desarrollar un modelo predictivo que identifica las áreas y sectores con mayor probabilidad de incumplimientos.

Alejandro Salafranca Vázquez, titular de la Unidad de Trabajo Digno de la STPS, explicó que el SIDIL permite planificar operativos más precisos. Por ejemplo, si se busca supervisar el cumplimiento del salario mínimo, el sistema analiza los datos históricos y señala los sectores, estados y empresas donde se han registrado más violaciones. 

“Este enfoque maximiza los recursos y garantiza que las inspecciones se dirijan hacia las áreas que realmente necesitan atención”, afirmó Salafranca en entrevista con El Economista.

Pruebas preliminares muestran que las inspecciones basadas en el sistema de IA triplican la posibilidad de detectar irregularidades en comparación con las realizadas de manera manual o aleatoria. 

Aunque no existe una obligación legal de seguir las recomendaciones del sistema, estas herramientas han demostrado su utilidad para optimizar la asignación de recursos en la fiscalización laboral.

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Mejora en la eficiencia de las inspecciones

En los últimos seis años, el modelo de inspección laboral ha sido reformado con el objetivo de hacerlo más eficiente. 

Entre las medidas implementadas destacan:

  • El cruce de bases de datos con instituciones como el SAT, IMSS y el REPSE

  • La publicación de protocolos específicos 

  • El fortalecimiento de los equipos de inspección.

De acuerdo con la STPS, estas estrategias han incrementado la efectividad de las inspecciones del 55% al 94%. 

Antes de las reformas, solo se concretaban 5 de cada 10 órdenes de inspección, mientras que ahora se logra el cumplimiento en 9.4 de cada 10, reduciendo el número total de visitas necesarias.

“Una inspección fallida tiene el mismo costo que una exitosa, por eso utilizamos herramientas de análisis para priorizar las visitas a empresas que tienen antecedentes de incumplimiento. Esto nos permite reducir esfuerzos y enfocar los recursos en donde realmente se necesitan”, detalló Salafranca.

El SIDIL no sólo considera el historial de inspecciones, sino que también integra datos actualizados de diversas fuentes para identificar patrones de riesgo. 

Este modelo busca reducir la carga inspectiva sobre las empresas cumplidas y centrar la vigilancia en aquellas con historial de irregularidades, lo que contribuye a generar condiciones de competencia más equitativas.

Colaboración entre sectores y cultura del cumplimiento

La implementación de herramientas tecnológicas debe complementarse con esfuerzos que fomenten una cultura de cumplimiento entre las empresas, especialmente en medianas y grandes compañías. 

Durante el Foro Internacional sobre Inspección Laboral, Lorenzo Roel, presidente del Comité Laboral del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), destacó la importancia de los programas de autocumplimiento promovidos por la STPS.

Estos programas permiten a las empresas autoevaluar sus prácticas laborales y beneficiarse de una supervisión menos intrusiva, siempre que cumplan con las normativas vigentes. 

“Las empresas que adoptan una cultura de cumplimiento no solo mejoran sus condiciones laborales, sino que también contribuyen al fortalecimiento del mercado laboral en México”, señaló Roel

A futuro, la STPS planea consolidar los avances logrados en la inspección laboral y reforzar los mecanismos de colaboración entre los sectores público y privado para garantizar mejores condiciones de trabajo en el país.

Con información de El Economista