Cómo enfrentar el mobbing ascendente en las organizaciones
El mobbing, es un término comúnmente utilizado para describir situaciones de acoso de un superior a un subordinado. Cuando se manifiesta de manera inversa, se le conoce como mobbing vertical ascendente.
En este blog te explicamos de qué se trata, cómo se manifiesta en las organizaciones, así como algunas recomendaciones para mitigarlo.
¿Qué es el mobbing?
Es un término en inglés que hace referencia al acoso y hostigamiento laboral.
La NOM-035 de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) considera esto como un riesgo psicosocial en los centros laborales, es decir, que puede afectar la salud mental de las personas.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) define al mobbing como el conjunto de conductas que se presentan en una relación laboral con el objetivo de “intimidar, opacar, aplanar, amedrentar o consumir emocional o intelectualmente a la víctima, con miras a excluirla de la organización o a satisfacer la necesidad, que suele presentar el hostigador, de agredir o controlar o destruir”.
El mobbing vertical ascendente ocurre cuando los subordinados hostigan a sus jefes, generando consecuencias negativas tanto para los líderes afectados como para la organización.
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¿Cómo se manifiesta?
Este tipo de acoso puede presentarse a través de la falta de cooperación, sabotaje, rumores maliciosos o críticas constantes.
Los integrantes del equipo pueden negarse a seguir directrices, retrasar entregas de tareas o ignorar solicitudes. También es común el sabotaje de proyectos y la difusión de rumores que buscan desestabilizar la autoridad del supervisor.
La crítica constante en reuniones o en privado es otra forma de acoso que afecta el clima laboral. En algunos casos, los empleados aíslan socialmente a su líder, lo que provoca sentimientos de desconexión.
Las causas
Entre las causas que propician el mobbing ascendente se encuentran un estilo de liderazgo extremadamente permisivo o la falta de límites claros también puede hacer que los empleados desafíen la autoridad del líder. Además, el que eviten actuar por temor a ser percibidos como autoritarios.
En ocasiones, las reestructuraciones o cambios estratégicos llegan a generar incertidumbre, lo que a menudo se traduce en resistencia hacia los superiores inmediatos.
Por otro lado, una cultura organizacional débil o la ausencia de políticas claras para gestionar el acoso contribuyen a su proliferación.
Los efectos
Los líderes que sufren mobbing ascendente suelen experimentar estrés, ansiedad y desgaste emocional. Estas situaciones, junto con la pérdida de confianza en sus habilidades, pueden deteriorar su rendimiento y liderazgo, además de que la falta de apoyo socavan su autoridad y credibilidad.
Las consecuencias también impactan directamente en la organización. Un líder debilitado por el acoso no puede ejercer sus funciones de manera efectiva, lo que reduce la productividad del equipo.
Además, el ambiente laboral puede volverse problemático y aumentar la rotación de personal.
¿Qué hacer para superarlo?
Existen diferentes estrategias que las empresas pueden emplear en sus centros de trabajo para superar el mobbing vertical ascendente:
Educación y concienciación: invertir en programas de formación que sensibilicen a todas las personas sobre el mobbing, incluyendo sus formas ascendentes. Comprender los signos y efectos del acoso es clave para crear una cultura donde este comportamiento sea inaceptable.
Cultura de retroalimentación constructiva: capacitación hacia los líderes para ofrecer comentarios de manera empática y a los empleados para aprender a recibir y usar esa retroalimentación para mejorar.
Políticas claras de acoso: es importante crear procedimientos para denunciar y gestionar estos casos, con consecuencias claras para quienes participen en estas acciones.
Comunicación abierta y resolución de conflictos: es crucial proporcionar canales confidenciales donde los empleados puedan expresar sus preocupaciones. Los líderes deben estar preparados para abordar conflictos antes de que escalen.
Evaluación del clima laboral: realizar encuestas periódicas y reuniones de retroalimentación permite identificar y corregir problemas de mobbing antes de que afecten gravemente a la organización.
Ahora que conoces sobre este problema, es importante que realices diagnósticos en tu organización para saber cómo se encuentra tu equipo y, si existe este tipo de acoso en tu espacio de trabajo, puedas atenderlo y evitarlo en futuras ocasiones.
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Con información de El Economista